jueves, 13 de enero de 2011

Anillar mal los pingüinos se va a acabar

  La ciencia siempre está cambiando, no es algo estático, aunque suele dar esa impresión cuando se observa desde fuera. Lo habitual es aportar nuevos conocimientos, pero cuando se cometen errores hay que deshacer el camino andado. La publicación de un trabajo suele estar sujeta a una revisión previa, aunque esto depende de las publicaciones, algunas no hacen revisión previa, otras que normalmente están sumamente especializadas proceden con revisiones muy escrupulosas, aunque no siempre, y otras de propósito más general se ven obligadas a hacer otros filtrados, además al final llega la revisión verdadera: la que realizan los colegas del mismo gremio de especialistas de la comunidad científica. El pasado mes de diciembre tuvimos un excelente ejemplo de esto, cuando se demostró que la revisión por pares no es ninguna garantía. La prestigiosa revista “Science” publicó el ya tristemente famoso trabajo de la NASA sobre la vida basada en arsénico. Después de que los colegas de especialidad destriparan el artículo, supimos que los “referees” a los que se solicitó hacer la revisión no eran exactamente especialistas de ese tipo concreto de investigación. Esta vez, el atrevimiento de F. Wolfe-Simon y R. Oremland de querer remover las mismas bases de la bioquímica, una de las ramas más duras no sólo de la biología, sino de toda la ciencia, les salió muy caro, y de hecho su efímera gloria duró un fin de semana. Como ya se sabe el resto de firmantes se han hechos los locos, será cierto que alguno no sabe ni lo que firmó y no estoy bromeando, ¡qué estas cosas pasan!.



  Bueno, pues a lo que íbamos, ahora la revista Nature nos sorprende con una revisión de calado que va a invalidar varios artículos previos relacionados con los efectos del calentamiento oceánico. Un equipo de investigadores franceses y noruegos auspiciado por el ecólogo francés Yvon Le Maho lleva años estudiando pingüinos en la isla Posesión, la más grande del archipiélago Crozet (Francia) situado entre África y la Antártida. Los pingüinos están posicionados en la cúspide de la pirámide trófica del sur del Océano Índico por lo que el impacto de un calentamiento en este ecosistema marino tan altamente productivo afecta negativamente la dinámica de las poblaciones de pingüinos como ha quedado demostrado durante los periodos cálidos de El Niño.


  Una de las discípulas de Le Maho, Claire Saraux ha liderado un trabajo que revisa un método de anillamiento clásico de estas aves que ha sido bueno en otros estudios biológicos y que consiste en colocar una banda en una de las aletas del animal, como puede verse en la foto que aportan los autores de la publicación. Se han centrado en el enorme pingüino rey, Aptenodytes patagonicus (Miller JF, 1778). Esta práctica de anillamiento comenzó a abandonarse en los años 80 por parte de algunos investigadores a los que no les convencía, pero muchos han continuado usándola hasta ahora. Sin embargo, después de este demoledor trabajo, nadie en su sano juicio se atreverá a volver a ponerla en práctica. Durante estos diez años se ha visto afectada la tasa de crecimiento poblacional tras disminuir la reproducción y la supervivencia de los individuos anillados. Los pollos que tenían los individuos anillados en comparación con los no anillados eran un 39% menos. La tasa de supervivencia de los animales anillados ha demostrado ser un 16% menor. Muchos investigadores aseguraban que con el tiempo el animal se sobrepone al anillamiento y supera los problemas de movilidad que le causa este método, pero la verdad es que tras diez años estos individuos seguían llegando tarde a los lugares de alimentación. Y por último, han demostrado que la respuesta de los pingüinos marcados así a los cambios de temperatura en la superficie del agua es diferente de la de los no anillados.


  En resumen, estos ecólogos proponen reconsiderar todos los estudios de efectos de cambio climático basados en este método de anillamiento que deberá ser sustituido por etiquetas electrónicas subcutáneas u otros sistemas mejores. Como bien sabemos todo programa de anillamiento y recaptura tiene que valorar en qué medida se ven afectados los individuos marcados y sobre todo si el anillamiento afecta al estudio concreto que se esté realizando.




Un saludo






Referencias :


Saraux, C. et al. Nature 469, 203-206 (2011)
Reliability of flipper-banded penguins as indicators of climate change


Le Bohec, C. et al. PNAS USA 19 Feb 2008: 2493-2497
King penguin population threatened by Southern Ocean warming


Imagen (Fuente: Benoit Gineste/Université de Strasbourg)

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