viernes, 27 de junio de 2014

Dos arbustos del matorral esclerófilo

 El colliguay, Colliguaja odorifera fam. euphorbiaceae es un arbusto esclerófilo, abunda en los cerros secos del matorral esclerófilo. Hojas con el borde aserrado y con un látex tóxico en tallos y hojas con claras funciones defensivas. Las inflorescencias son unisexuales, pero las de ambos sexos están en la misma planta. El fruto es una cápsula tricoca que al madurar "explota" dispersando las semillas a metros de distancia. Esta planta está bien adaptada al fuego, posee varias características como lignotúber y otras que le permiten sobrevivir a los incendios tan característicos de las regiones con clima mediterráneo. En la foto también se pueden ver agallas que no tienen nada que ver con los frutos.


  El quebracho, Senna candolleana es otro arbusto nativo, mide hasta 6 m. de altura, bastante común en la precordillera de las regiones centrales. Por tanto crece mejor en zonas con escasa precipitación. Planta siempreverde que forma copas redondeadas, las hojas son coriáceas, compuestas y paripinnadas.  Tiene unas preciosas y numerosas flores con cinco pétalos amarillos que le dan gran valor ornamental. El fruto es una legumbre alargada con varias semillas en su interior. Además del uso habitual para obtener leña, en algunas zonas las hojas se emplean para forraje.


  Como no va a ser posible sacar todo el material fotográfico del viaje a Chile que ha sido increíblemente fructífero, he empezado a sacar entradas tratando dos especies para ir acelerando el final. A lo largo del verano terminaré con este tema, para volver a asuntos más generales así como a entradas de historia natural ibérica.

  Un saludo

lunes, 9 de junio de 2014

Dos especies en blanco y negro

  La diuca, Diuca diuca es una ave de la familia emberizidae por tanto emparentada con escribanos y trigueros. Este parentesco evolutivo no debe despistarnos ya que en realidad su familia es principalmente americana, pero con especies en Asia, Europa y África.


  Descripción, dieta y distribución.


  Mide unos 17 cm, el dorso es gris oscuro, igual que alas, cola y parte superior de la cabeza. Sin embargo, la parte inferior del cuello y el vientre son blancos. El pico y las patas son bien negros.
  Se alimenta preferentemente de granos y semillas, aunque ocasionalmente puede comer insectos y frutos.
  Además de en Chile, se encuentra en Argentina, Uruguay, Bolivia y Brasil.


  La segunda especie de colores blancos y negros de la que vamos a tratar, es la golondrina chilena, Tachycineta meyeni de la familia hirundinidae, igual que otras muchas golondrinas realiza grandes migraciones, esta especie en concreto, nidifica en el sur y centro de Chile y en el sur de Argentina durante el verano austral, luego emigra a Paraguay, Bolivia y sur de Brasil para pasar el invierno. Esta graciosa avecilla de 13 cm presenta el dorso negro, y el vientre y el obispillo blancos. Es insectívora al igual que el resto de golondrinas.


Coloración críptica, una forma de arte.


  Las coloraciones crípticas seleccionadas durante la evolución en estas dos aves, dorso oscuro y vientre blanco recuerdan a la de muchos peces pelágicos que deben confundirse con el fondo si se les ve desde arriba y deben distorsionar su figura si se les mira desde abajo.
  Seguramente estemos ante un caso de convergencia evolutiva en diferentes medios. Es más claro si nos fijamos en pingüinos, araos o gaviotas, pero en estos casos también usan el medio acuático lo que debe acentuar más esta coloración. De algún modo, en las golondrinas se ha seleccionado este tipo de coloración críptica por su forma de ocupar y desplazarse en el medio aéreo ya que este patrón de colores: negro vs. blanco no es excesivamente habitual en aves no acuáticas. Las coloraciones crípticas, en general, si son habituales en todo tipo de aves, por ejemplo las que caminan por los troncos como agateadores o en aves que crían o se mueven entre vegetación seca como las codornices, tencas, etc. normalmente estas aves tienen vientres claros que distorsionan la silueta desde abajo y dorsos que difuminan la imagen sobre el fondo.
  Por otra parte, lo que podría valer para explicar los colores de las golondrinas no nos vale para la diuca porque esta ave tiende a alimentarse en el suelo y le gusta posarse en lo alto de árboles y arbustos desde los que emite su agradable  canto, además su vuelo no es comparable al de las golondrinas. Por tanto, más que por su vuelo que no es especialmente llamativo la coloración de las diucas podría venir determinada más bien por los posaderos que ocupa, aunque no es demasiado evidente mirando las fotografías se puede observar cómo se difumina ligeramente la silueta de la diuca. ¿ Cómo lo veis vosotros ?.



  Un saludo


 Nota: Este post participa en la XXXI Edición del Carnaval de Biología alojado por Retales de Ciencia
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